La represión aumenta, y con ella el número de personas asesinadas por la dictadura, que desea mantener al pueblo sometido, para que este siga viviendo en la miseria.
Tegucigalpa. La represión aumenta, y con ella el número de personas asesinadas por la dictadura, que desea mantener al pueblo sometido, para que este siga viviendo en la miseria. Hace más de un mes, militares irrumpieron de forma violenta en la casa del Presidente Constitucional de la República, Manuel Zelaya Rosales, que fue secuestrado y llevado a Costa Rica. Después de ese 28 de junio, los policías y militares han demostrado que el salvajismo es su lema.El 30 de junio de 2009, miembros de la policía y el ejército reprimieron una manifestación de hondureños que se oponen al gobierno de facto. Los miembros de la resistencia nacional en contra del golpe de Estado fueron desalojados de forma violenta por policías y militares en la posta del Durazno, localizada en la salida de la carretera al norte.Los miembros de la fuerza pública persiguieron a los manifestantes por más de cinco kilómetros, dejando personas heridas a su paso.
SALVAJISMO
Gases lacrimógenos, carros hidratantes, armas de fuego y golpes utilizó la policía antimotines y los militares, contra una manifestación pacifica del pueblo. Las medidas de represión fueron tan brutales, que los militares no respetaron a jóvenes, mujeres, ancianos y niños.Cuando los manifestantes lograron refugiarse cerca del Mercado Zonal Belén, un miembro de la policía “preventiva” disparó contra los hondureños, el impacto lo recibió Roger Abraham Vallejo Soriano, profesor de educación media, de 38 años de edad. La bala ingreso por la sección occipital y salió por la región frontal del cráneo, Roger permaneció en estado crítico en el Hospital Escuela, sin embargo, hoy, primero de agosto, falleció y con el, el sueño de ver a Honduras libre de la dictadura que encabeza Roberto Micheletti.
ABUSO Gran cantidad de miembros de la resistencia nacional fueron recluidos en la cuarta estación de Belén, según personas que estuvieron allí, los militares se comportaron como salvajes. También golpearon a periodistas nacionales y extranjeros, a quienes después de ser detenidos se les decomisó cámaras fotográficas y de video.Asimismo, estos hechos violentos se reportaron en otras partes del país, como en Santa Bárbara y Comayagua, donde resultaron heridos hondureños que ejercen el derecho a la insurrección. A pesar de que el gobierno golpista de Micheletti y la oligarquía busca silenciar a la oposición, los golpeados, heridos y encarcelados están firmes en continuar hasta derrocar la dictadura.
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