Hace poco EEUU firmo un acuerdo con el derechista gobierno de Álvaro Uribe para instalar 7 bases militares en Colombia y desde allí impulsar una estrategia continental de recolonización que busca asegurar el control de lo que considera su patio trasero a partir de intervenciones armadas y golpes de estado como el suscitado en Honduras.
Las motivaciones principales
La motivación principal de esta estrategia imperialista tiene que ver con la necesidad de limitar el avance del nacionalismo en America Latina, debilitando para ello al gobierno democrático de Hugo Chávez en Venezuela e impedir el triunfo de Ollanta Humala y el PNP en Perú el 2011.Así mismo es una respuesta del imperialismo a la soberana decisión del gobierno ecuatoriano, presidido por Rafael Correa, de expulsar de su país la base militar norteamericana establecida en Manta, que como se sabe ha sido una de las principales piezas del rompecabezas yanqui en esta parte del mundo. Ello les daba a los militares norteamericanos un punto de entrenamiento, abastecimiento y concentración de sus tropas, principalmente en operaciones aéreas y de inteligencia de gran envergadura. Para los EEUU es de vital importancia económica contar con los recursos naturales que posee nuestra región, sobre todo ahora que la crisis económica ha puesto en cuestionamiento su hegemonía, para eso requiere enclaves militares que le permitan asegurar un traslado rápido y seguro de dichos bienes.Con lo cual EEUU y gobiernos serviles como el de Álvaro Uribe de Colombia y Alan García de Perú, le declaran una guerra continental a los nuevos nacionalismos de corte antiimperialista.
Una estrategia de dominación total
Lo que se pretende con esto es convertir a Colombia en un gran portaviones yanqui, que asegure a los EEUU una intervención militar rápida en un momento en el que este país atraviesa por una de las más graves crisis de su historia, de esta manera Colombia pasa a convertirse en el Israel de America Latina. Para el gobierno de los EEUU esta crisis se agravaría mucho más aun si los países de esta región empiezan a negarle la venta de recursos naturales, especialmente energéticos. Por eso, el imperio yanqui busca tender toda una red de bases militares en todo el continente con aeropuertos muy bien dotados que les permitan aterrizar aeronaves grandes, como el Galaxy, que son aviones que pueden transportar en pocas horas a miles de soldados.
Cerrar filas contra el imperio y sus lacayos
Es digno de destacar el rechazo categórico a este plan recolonizador expresado - en el seno de UNASUR - por Hugo Chávez, Rafael Correa y Evo Morales y lamentable la posición de Lula da Silva de Brasil quien se limito a decir que las bases yanquis no se extiendan fuera de Colombia. Condenable desde todo punto de vista es también la actitud asumida por Alan García quien, fiel a su discurso de la «guerra fría», fue el único que se sumo a la propuesta de Álvaro Uribe de extender las bases militares norteamericanas al resto de America Latina.El PNP con Ollanta Humala a la cabeza rechazo categóricamente esta estrategia de recolonización por ser lesiva a los intereses soberanos de nuestras naciones. Es tarea de los diversos gobiernos nacionalistas y progresistas del continente repudiar las intenciones del imperio rechazando las propuestas de Álvaro Uribe y su socio Alan García y constituir, desde los diversos espacios de integración continental como el ALBA y UNASUR, mecanismos de defensa militar contra el imperialismo yanqui y acuerdos de solidaridad y defensa de la soberanía nacional y el respeto de la voluntad popular que impidan que se consumen futuros golpes de estado como el que se dio últimamente en Honduras, para así avanzar en la construcción de una América Latina unida, libre y soberana.